Publicado el 5 de December de 2020
Desde sus inicios, el Museo de la Técnica de Manresa ha trabajado codo a codo con personas que han hecho del voluntariado parte de su vida. En palabras de su conservadora, Pilar Alonso “El Museo no sería lo que es sin la implicación y los conocimientos de estos voluntarios y voluntarias que han hecho posible que el museo a día de hoy sea un referente europeo en el mundo de la cintería, además de explicar la importancia del agua y la Sèquia por Manresa durante su historia “.
Entrevistamos a dos de estos voluntarios, que nos cuentan quienes son y que ha representado para ellos venir semanalmente a hacer tareas de apoyo al museo.
En Josep Casas Bardolet hace unos dos años y medio que hace de voluntario, ahora tiene 67 años y se dedicó toda la vida a hacer de comercial, los últimos 25 en una pequeña empresa del mundo del deporte y los servicios. Decidió hacerse voluntario para que la actividad que llevó a cabo durante su vida laboral le dio mucho, y quería volverse una parte. De hecho, fue después de un viaje a Japón donde se dio cuenta que toda la gente mayor hacía voluntariado y trabajos comunitarios. Allí fue donde pensó que el voluntariado era algo extraordinario para crecer como persona y sociedad.
Entró en el museo a través de su padre, un antiguo director de fábrica textil que antes de morir quiso conocer el museo y una de las máquinas que él había hecho. Tras conocer el espacio se interesó en hacer de voluntario y se puso en contacto con la conservadora, Pilar. Enseguida se pusieron de acuerdo para iniciar una colaboración que todavía dura. En José hace tareas de restauración y conservación relacionadas con la madera, de la que ya era conocedor y le gusta mucho. Pero también está aprendiendo a trabajar con el hierro. El mensaje a todo el mundo es que la vida debe ser activa y positiva, y que no debemos perder nunca las ganas de aprender y aportar a la sociedad.
Xavier Ferrer Nogués tiene 74 años y había sido instalador de agua, gas y calefacción. Hace 7 años que hace de voluntario y hace actividades de limpieza de material, engrasar las máquinas y muchas otras tareas que van surgiendo. Hace voluntariado porque piensa que es una forma de revertir una parte de sus conocimientos para ayudar a la comunidad, dice que esto le aporta mucho más de lo que da, y que éste es uno de los valores del voluntariado, además de relacionarse y continuar activo. Anima a todos a hacerse voluntario ya que mejora la autoestima y le gusta colaborar en ampliar los conocimientos de todos.
Desde el Parc de la Sèquia damos las gracias a los antiguos voluntarios y los actuales porque son parte esencial de todo lo que hacemos y nos enriquecen cada día con conocimientos e ilusión por nuestro trabajo.